Símbolos Patrios Cantonales

LA BANDERA

 

Fue sometidaa consideración del muy I. Concejo por el señor Antonio Cedeño Arteaga en 1957, cuando se desempeñaba como Vicepresidente de la Corporación, habiendo sido adoptada por unanimidad.

 

Formada por dos franjas horizontales verde y blanca de igual longitud. La verde en la parte superior y la blanca en la inferior de cuyo tercio hacia la derecha surge el vértice de un triángulo amarillo.

El color verde simbolizando la fertilidad de nuestro suelo, eminentemente agricultor y sobre el que, en ese entonces, lucían tres estrellas doradas que representaban a las tres parroquias rurales Tosagua, Bachillero y Estancilla.

El color blanco representa los valores morales de nuestro pueblo y sobre el que se destaca una estrella dorada de mayor tamaño insignia de la parroquia urbana Rocafuerte, cabecera cantonal.

El triángulo amarillo significa la riqueza generada por la producción agropecuaria.

Con estas características aparece en la contraportada de la revista “ROCAFUERTE EN MARCHA” editada en 1959, a los dos años de haber sido adoptada.

No se sabe con certeza desde cuándo y si fue con aprobación oficial que en la bandera antes descrita se invirtió el triángulo amarillo hacia el lado izquierdo, es decir tomando como base el asta.

Además, a raíz de la cantonización de Tosagua y la adjudicación de las otras dos parroquias rurales que pasaron a ser parte del nuevo cantón, las tres estrellas que las simbolizaban en nuestra bandera fueron eliminadas por resolución municipal.

EL ESCUDO

 Fue creado por el distinguido ciudadano señor Franciscos Dueñas Ozaeta. Aprobado por la Corporación Municipal el 30 de septiembre de 1952 al celebrarse el centenario de cantonización.

Al haberse adoptado la bandera posterior, en 1957, y teniendo en mientes hacer ciertos arreglos, el mismo autor introdujo modificaciones en el escudo en las que apareció por primera ocasión en la portada de la resta “Rocafuerte en marcha” publicada en 1959, que serían sometidas a consideración de M.I Concejo para su aprobación.

En el escudo original el tricolor nacional aparecía a ambos lados y una serie de productos de la zona fueron reemplazados por el cuerno de la abundancia, dándole el simbolismo que rige en heráldica.

Nuestro escudo consiste en un campo ovoidal dividido en dos cuartos, celeste el superior y gris el inferior.

En el cuarto superior, color de nuestro cielo tropical, se contempla cuatro signos: una antorcha, símbolo de la inteligencia, un libro abierto que ilustra el saber, un violín que representa el arte y una paloma blanca, tradicional símbolo de la paz.

En la parte baja del cuarto superior aparece una franja verde, significando la fertilidad de nuestro suelo y el valioso aporte de los labradores  del agro.

En el cuarto inferior dos manos apretadas anuncian la amistad y cortesía que distingue a los rocafortenses.

Más abajo se lee una locución latina AB IMO PECTORE  que se traduce como sinceridad y amor.

Finalmente, de las dos, cornucopias, que están en la parte inferior, salen abundantes frutos.

Encierran el escudo dos banderas; la del Ecuador y la de Rocafuerte que sintetizan nuestro amor a la Patria Grande y a teste terruño que nos vio nacer.

Tras las banderas y en su parte alto despuntan una rama de laural, como representación de nuestras glorias y una espiga de arroz, por ser la principal producción del valle.

En la parte superior del escudo luce una gran cruz, como testimonio de la fé y religiosidad de sus habitantes.

EL HIMNO

 Pese a la antigüedad del cantón y a la capacidad de muy ilustres gobernantes seccionales no teníamos ningún emblema oficial antes de 1952.

Por deducciones se cree que entre los años 1940 a 1950 apareció una adaptación que comenzó a ser coreada por la Escuela “León de Febres Cordero” en algunos eventos cívicos, que gustó, se lo propagó hasta llegar a considerárselo como nuestro himno y ser oficializado en 1952 con motivo del centenario.

Pasaron los años y no fue poca la sorpresa al constatar la gran similitud de la letra de dicho himno con el del cantón Jipijapa.

Gracias a la buena voluntad y sentido de colaboración del intelectual señor José Arteaga Parrales, en ese tiempo profesor en dicha zona, se consiguió una fotocopia del himno de Jipijapa, escrito por el poeta guayaquileño señor Víctor Manuel Rendón, a fin de solicitar su derogatoria al I. Concejo de Rocafuerte, por falta de originalidad, lo que se consiguió, sin poder precisar fecha.

Cabe hacer notar que en la contraportada de la Revista “ROCAFUERTE EN MARCHA” apareció la letra del fallido himno, atribuyéndosela al señor Joaquín Vélez Barreiro y la música al compositor don Constantino Mendoza Moreira, solo pro referencia de una respetable dama, que lamentablemente resulto errada sin dejar lugar a dudas por el testimonio del ilustre maestro que declaró no haber intervenido en dicha composición. Por algún tiempo no mantuvimos con dicho vació.

Con posterioridad y sin ningún otro fin que hacer amistad con el insigne poeta Elías Cedeño Jerves y acercarlo a su lugar nativo, la familia Cedeño Ugalde le hizo una invitación personal a la que accedió gustoso. Su primera visita fue aproximadamente en septiembre de 1966.

Motivado por la acogida que encontró en su suelo natal, desde Manta envió dos poemas, uno titulado “MARCHA TRIUNFAL” en homenaje a Rocafuerte y el otro “GRATITUD” dedicado a la señora Augusta Ugalde de Cedeño.

Transcurrieron unos años y fue en una de las asambleas de instituciones locales convocadas por el I. Concejo para acordar el programa de las festividades septembrinas a la que acudí en representación de la Cruz Roja, que se trató el asunto del himno.

La asamblea nombró una comisión para que haga la selección de una pieza poética que reúna las condiciones para ser musicalizada como himno, la que quedó conformada por el Padre Miguel Ulloa Domínguez, señora Querida Villagómez de Cedeño y Arturo de Cedeño Arteaga.

En una sesión posterior la comisión presentó su informe, recomendado “MARCHA TRIUNFAL” de Elías Cedeño Jerves, lo que fue aceptado unánimemente.

A la misma comisión se le encomendó tomar contacto con el compositor Constantino Mendoza Moreira para la musicalización.

Una vez realizado el trabajo el Concejo receptó la partitura y el profesor invitó a su casa, donde la ejecución al piano. A todos agradó y fue el 12 de septiembre de 1974 que fue aprobado como Himno Oficial estando de Presidente del Concejo el Dr. Galo Bermúdez Arturo.

CORO

Reclinado en tu valle jocundo
que es un mar de eclosión vegetal
ciudad blanca de los campanarios
te dedico mi marcha triunfal.

I

Tu más noble blasón, Rocafuerte,
es tu amor al trabajo fecundo
al saber que es la gloria del mundo
la enseñanza maná espiritual
que engrandece y aureola a los pueblos
que honras dan al maestro que vela
por el bien del alumno y la escuela
que te harán, Rocafuerte, inmortal.

II

Villa hermosa, tenaz, laboriosa,
que te yergues en horas sombrías,
el esfuerzo constante por guía
y la ciencia que es luz y pregón…
Del marasmo crucial te despierta
el progreso que imprime Arcentales
con Pedro Zambrano y con Huerta
que lucharón por ti con tesón.

III

Honra y preza los hombres que al agro
con amor y heroísmo se entregan
para hacer que la espiga en el surco
se alce al cielo como una oración
como un himno de gracias al eterno
que a tus hijos el pan multiplica,
que al honrado sudor santifica
-aúrea clave de superación-.

 IV

¡Salve, austera ciudad centenaria!
¡Blanca reina del valle florido!
¡Rocafuerte, mi suelo querido!
que al deber y al trabajo un sitio
preferido y brillante le has dado,
a la sombra de tus campanarios
cuyas lenguas broncineas a diario
te proclaman con voz de metal.

• Letra: Elías Cedeño Jerves
• Música: Constantino Mendoza